viernes, 1 de julio de 2011

Capitulo 4: Rara amistad

Me quedé quieta, como una estatua. Lindy percibió mi expresión y me cogió de la mano para hablar conmigo:
- ¿No te importa no?, es un chico muy mono y agradable.
- Lindy, no quiero que le hagas daño, siempre haces lo mismo y a Matt no quiero que se lo hagas.
- ¿Matt te importa?
- Le acabo de conocer y me ha caído genial, es mi amigo, por favor no lo engañes.
- Yo se lo que me hago...- dijo mientras se iba andando poco a poco.
La cogí de la mano- No, nunca sabes lo que haces, siempre terminas haciendo daño con quien te lías.
- Mira Em este es mi ligue y haré lo que quiera con el, se lo que me hago y es mi problema- dijo apartando mi mano de la suya.
Me quedé mirando a Matt con cara de tristeza y el se dio cuenta, se levantó y me susurró al oído:
- No dejaré que me haga daño, tranquila.
Y desapareció por el pasillo agarrado de la mano de Lindy.

Llegué a mi casa un poco tocada, sabía como era Lindy, no le importaba los sentimientos de nada y menos ahora los mios. Matt no iba a ser menos, caería en sus redes y le acabaría haciendo daño. 
Me asomé a la ventana y ahí estaba otra vez Matt, me dedicó una amplia sonrisa y yo se la devolví como pude. Cogió un papel donde escribió:
¿Estas bien?
Yo le respondí con un grande NO
No esperé a que me contestará porque lo más seguro que me diría es que no me preocupara pero sabía lo que iba a pasar.
 Una cosa que me preguntaba era porque me afectaba tanto que Matt estuviese con Lindy, siempre había defendido a mis amigos pero esta vez era distinto; yo me convencía que era por la amistad pero era una rara amistad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario